Partes de un termo eléctrico

Partes de un termo eléctrico

En un termo eléctrico podemos encontrar componentes de dos tipos: por una parte los que forman parte del sistema eléctrico responsable de generar calor y calentar el agua, y por otra la cuba o calderín para el almacenamiento del agua. En este post de hablamos de las partes de un termo eléctrico y de cuáles de ellas sufren más. Te las dividimos en dos bloques diferenciados: la parte eléctrica del termo, y la parte almacenadora de agua.

Terminamos el post con unos consejos para mantener activo tu termo más años.

Parte eléctrica de un termo

Los elementos que componen la parte eléctrica de un termo son la conexión a la red eléctrica, la resistencia, el ánodo de magnesio, el termostato y la plata electrónica.

Conexión a la red

Un termo eléctrico, por definición funciona con electricidad así que lo primero que necesita tener es un cable de luz de suficiente longitud con un enchufe monofásico con toma de tierra y un enchufe hembra al que conectarse. Idealmente, el enchufe será no visto junto con el termo, por cuestiones estéticas. O todo el conjunto estará escamoteado en la cocina o terraza por un mueble que lo cubra, incluido el cable y el enchufe.

Resistencia eléctrica

La resistencia eléctrica es el elemento más importante del termo para asegurar el calentamiento del agua a la temperatura seleccionada en el mando externo del aparato.

Puede haber termos con una resistencia o varias, dependiendo de cada modelo. Según su sistema de funcionamiento, las resistencias de los termos se pueden dividir en dos clases: sumergidas y cerámicas.

Resistencias sumergidas

Se llaman así porque están en contacto directo con el agua. Los materiales de los que están hechas suelen ser cobre o latón y su forma puede ser de horquilla, de triple curva o de espiral. Su temperatura operativa es de aproximadamente 300-400°C.

Resistencias cerámicas

Las resistencias cerámicas no tienen contacto directo con el agua. Por eso también se las conoce como resistencias “en seco”. Están formadas por una serie de cilindros de cerámica resistentes a altas temperaturas.

Las resistencias cerámicas, se llaman así porque el nicróm, lo que se pone incandescente, está enrollado en los cilindros cerámicos. Su forma es prácticamente siempre la misma, más cortas o más largas. Luego siempre van dentro de una vaina que generalmente es de acero vitrificado porque el depósito del termo también es de acero vitrificado.

Su forma puede ser muy variada, aunque generalmente se montan sobre un soporte de acero esmaltado.

Sea cual sea la resistencia de tu termo, los síntomas de que la resistencia está averiada son estas dos:

• La más común, es que el piloto indicador de que el termo está calentando, está encendido. Y sin embargo el agua está fría y sale fría del termo, sin alcanzar la temperatura de uso deseada, anterior a la avería.

• Porque salta el automático de casa, bien porque el blindaje de la resistencia sumergida se haya deteriorado o porque la vaina donde va la resistencia cerámica tiene un poro y contacta el agua con la resistencia.

Ánodo de magnesio

Los ánodos de los termos suelen ser de dos tipos: de magnesio o electrónicos. La función principal del ánodo de magnesio es la de evitar la corrosión, que puede dar lugar a perforaciones en las paredes del calderín. En realidad, el ánodo absorbe casi todos los efectos de esta corrosión (de ahí que se le conozca también con el nombre de “ánodo de sacrificio”), por lo que debe ser reemplazado cada cierto tiempo.

Los síntomas de que el ánodo de magnesio de un termo está averiado o ha dejado de cumplir su función son:

• En el caso de los ánodos electrónicos, una avería
• En los ánodos de magnesio, el desgaste paulatino hasta desaparecer.

De hecho, en los ánodos de magnesio, los fabricantes de termos aconsejan que se cambien cada cierto tiempo dependiendo de las dimensiones y densidad del ánodo que proporcionan, generalmente no más allá de 2 años.

Termostato

Su función es controlar en todo momento la temperatura del interior de la cuba. Suele disponer de un dispositivo independiente de seguridad que interrumpe la alimentación eléctrica en caso de mal funcionamiento.

Los termostatos pueden ser de dos tipos: de bulbo o de varilla. Tienen una parte interior (sonda termostática), que es en realidad una especia de termómetro para medir la temperatura del agua de la cuba, y una parte exterior que se puede regular manualmente.

Los termostatos de bulbo llevan un líquido aceitoso que reacciona con la temperatura y los de varilla llevan un bimetal. En el mismo termostato o separado va otro termostato que es el de seguridad, que está para cuando el termostato de trabajo falla. El termostato de seguridad desconecta el termo indicándonos así que el termostato de trabajo falló.

Los síntomas de que un termostato está averiado son:

• En los termos más antiguos, que eran “mecánicos” y se produce un fallo mecánico.

• En los termos actuales sólo hay termostatos de seguridad. Es decir, que el termostato de trabajo queda sustituido por sondas NTC que funcionan en base a la diferencia de potencial. Estas sondas ya dan la temperatura al circuito o placa electrónica grado a grado, y este la interpreta y la marca en el display en número.

Placa electrónica

La placa electrónica es un circuito electrónico encargado de ejecutar las órdenes que se le den al termo desde la sonda de temperatura. Como todo circuito electrónico, está compuesto por una placa con  buses de material conductor laminadas (generalmente de cobre) que se colocan sobre una base no conductora. La base suele fabricarse en fibra de vidrio, baquelita, cerámica, plástico o teflón y su espesor suele rondar los 2 mm.

La misión del circuito impreso es facilitar las rutas que permiten conectar procesos del termo eléctricamente a través de las pistas conductoras. No solo los termos eléctricos (circuitos sencillos), sino todos los aparatos a nuestro alrededor usan circuitos impresos: electrodomésticos, aparatos de electrónica, centralitas de automóviles, etc.

Los síntomas de que una placa electrónica está averiada son muy variados ya que es el “cerebro” de la máquina y coordina prácticamente todas sus funciones. Siempre puede ser el causante de casi cualquier fallo del termo, aunque en general son bastante fiables.

Tuberías y parte almacenadora de agua

Tubo de entrada del agua fría

Un termo eléctrico sirve para calentar agua sanitaria. Por tanto, lo que también necesita tener cerca es una toma de agua fría de la red. Esto es importante tenerlo en cuenta si vamos a instalar un termo en sustitución de una caldera de condensación o si queremos cambiar de ubicación el termo actual o añadir una nueva unidad en otro lugar de casa: enchufe y toma de agua fría sanitaria.

Ubicado en la parte inferior el termo incorpora un difusor para que el flujo de entrada de agua fría sea constante. También tiene una válvula de seguridad para regular la correcta presión del agua. Esta válvula de seguridad tiene la misión de evitar que el termo reviente por exceso de presión. Es decir, que su misión no es regular la presión del agua. Para eso están los reguladores de presión que en los libros de instrucciones se aconseja que los monte el instalador del termo.

Tubo de salida del agua caliente

Este es el tubo de salida del termo, generalmente en paralelo con el tubo de agua fría. Se encuentra situado siempre en la parte superior del termo, que es donde se acumula el agua que está a mayor temperatura debido al efecto de la convección. Es decir, que el tubo de salida siempre arranca de la parte superior del termo aunque exteriormente lo podamos ver en cualquier parte del termo y sobre todo en la inferior.

Cuba de almacenamiento

La cuba de almacenamiento tiene forma cuadrada o cilíndrica, en el caso de las cubas de mayor capacidad. Los termos tienen forma cilíndrica porque los depósitos son cilíndricos, mientras que en los termos con forma cuadrada es porque llevan dos calderines en su interior. Con eso se consigue tener unas dimensiones más aceptables estéticamente, ya que casi todos nuestros electrodomésticos son cuadrados. Además, el termo cuadrado se puede meter dentro de los armarios de cocina y consigue un mayor rendimiento en agua caliente.

La cuba se compone de diferentes capas:

• Carcasa exterior. Generalmente hecho de chapa de acero. Suele incorpora un revestimiento adicional (por ejemplo de resina epoxi) para protegerla de golpes y de posibles daños causados por agentes externos. Hoy día ya hay muchos termos que la tienen de material plástico.

• Capa intermedia de aislamiento térmico de poliuretano expandido, para mantener la temperatura del agua caliente.

• Calderín, cuba o depósito. Los hay de acero inoxidable como los de la marca Wesen, aunque la mayoría son de chapa de acero y un revestimiento interior. Este suele llevar una capa de esmalte porcelánico o vitrificado en el interior para evitar la oxidación de las paredes del calderín. Para dotar al calderín de este revestimiento interno éste es sometido a una temperatura de 850ºC para que el esmalte se endurezca y se adhiera perfectamente a la forma de la cuba. El resultado: una capa aislante fina y de alta resistencia.